Los periodistas cordobeses que ayer acudieron a Fitur vieron a la hora de regresar en el AVE que las colas de pasajeros que estaban esperando su turno se abrieron como las aguas del mar Rojo ante Moisés y el pueblo hebreo. Pero no era el guía de los judíos el que lograba que le cedieran el paso: era el torero Cayetano Rivera Ordóñez quien hizo este particular paseíllo ante la atenta mirada de los viajeros.