Urbanismo tendrá que definir otra vez los terrenos que expropiará en los Baños de Popea. "No sabemos cuáles son los propietarios, no es el momento para determinar eso", aseguró su presidente, Francisco Tejada, poco antes de que el Consejo Rector aprobara el inicio de una innovación del PGOU para establecer unos límites distintos a los actuales con la finalidad de aumentar su protección ambiental. Cuando se supere ese trámite, se iniciará el proceso de expropiación, por lo que "queda sin efecto" el que comenzó en el 2006. Uno de los propietarios es el empresario Rafael Gómez, que espera saldar con estos terrenos parte de las multas de la Carrera del Caballo. Tejada eludió precisar cómo afectará este paso a las pretensiones de Gómez.

El Consejo Rector tomó conocimiento de un estudio ambiental encargado en abril del 2007 cuando Urbanismo llegó a la conclusión de que la delimitación fijada en el PGOU, que abarcaba 24 hectáreas, no garantizaba la preservación de la zona de mayor valor ambiental. El informe incluye ahora dos hectáreas menos, 22, con lo que reduce la vegetación de valor bajo y aumenta la de medio y alto. Así, y según destaca, introduce elementos de mayor valor ecológico "excluyendo zonas más antropizadas" que estaban en los límites del ámbito anterior, es decir, tendidos, vallados, pistas y caminos, saneamiento, construcciones anexas a viviendas, ruinas, residuos y cultivos leñosos. Entre sus conclusiones, que serán la base para innovar el PGOU, destaca la llamada de atención al estado de las aguas superficiales del arroyo del Molino, por la "afección importante en la calidad y cantidad", que repercute en la desaparición de especies de fauna acuática. Por ello, plantea "depurar las aguas vertidas".