La fusión entre Cajasur y Unicaja se está haciendo por etapas, como parece corresponder a su gran complejidad y a los recelos que, al menos hasta ahora, ha habido entre los negociadores. Otras entidades anuncian su intención, aprueban un protocolo y el siguiente paso es la aprobación por sus consejos del proyecto de fusión, que luego desarrollan hasta que llevan a sus asambleas la fusión definitiva.

Pero en este caso que ocupa a Córdoba desde julio pasado, y a pesar de estar bajo la presión de las advertencias del Banco de España, los pasos intermedios se multiplican: primero se aprobó el protocolo, después se reformó la Ley de Cajas, más tarde --y con gran dificultad-- salió adelante el plan de negocio de la fusión y esta misma semana (y no a finales de diciembre de 2009, como estaba previsto) se han aprobado los estatutos de la futura caja (Unicajasur), se ha acordado el modelo de gestión, se ha nombrado a un comité y a un coordinador general de la fusión y se ha constituido la mesa laboral.

EL PESO DE CORDOBA Se han dado pasos muy importantes, pero faltan varios elementos, informes y estudios para completar el proyecto de fusión, que deberá ser llevado a los consejos para su aprobación y, a partir de ahí, las asambleas generales que ratifiquen los acuerdos en un plazo máximo de seis meses.

Tras la ratificación, las asambleas se integrarán en una nueva y única composición acordada en los estatutos (ver gráfico en esta página) e iniciarán el llamado periodo transitorio de la fusión, que podrá durar hasta tres años. En los estatutos se ha acordado también la composición de la asamblea para cuando termine el periodo transitorio y solo haya una caja, no dos unidas (ver gráfico de la página 19).

Pero aún falta mucho para esa Unicajasur que sea un todo y no una suma. Siguiendo con los temas pendientes, falta plasmar los acuerdos bilaterales que se alcanzaron entre Cajasur y Unicaja en el protocolo de fusión, que no van en los estatutos y que en gran medida marcarán el papel y el peso de Córdoba en la futura caja. Son los relativos a la vicepresidencia, empresas participadas, co-sede operativa en Córdoba y de la obra social para Andalucía occidental, dotación de la Fundación Medina y Salizanes, directivos...

Todo ello sigue siendo objeto de negociación, aunque en el entorno de ambas cajas se opina que estas conversaciones no ofrecerán ya demasiados escollos y podrán resolverse en un par de semanas. Mientras, la maquinaria avanza, porque desde el miércoles pasado, 13 de enero, la aprobación de los estatutos y de la estructura de gestión de la fusión propicia que, de forma inmediata, Unicaja tome las riendas de la operativa de las dos ca

Pasa a la página siguiente