En el ala de Alcaldía del Ayuntamiento de Córdoba han salido humedades. La verdad es que tienen forma de cara, como aquellos rostros del pueblo de Bélmez. No dan miedo, pero si se pareciesen --un poner-- al alcalde podríamos haber hecho negocio: cobrar por ver las evidencias de la parapsicología. El asunto también demuestra que humedades pueden salir en cualquier casa de hijo de vecino.