El consejero Martín Soler se sometió ayer tras el almuerzo navideño de la Cámara a las preguntas de los asociados a la entidad. En una de sus respuestas se refirió a la petición empresarial de reformar el mercado laboral, indicando que "tiene rigideces que impiden mejorar la rentabilidad", pero indicó que aunque "lo más fácil es hablar de despidos", a su juicio, no se puede solo hablar de apertura del despido, lo que sería un error, sino abordar otros aspectos como la productividad, la flexibilidad de horarios o los salarios, por ello se mostró favorable a una reforma laboral pero como fruto del diálogo.

También defendió una reforma en materia educativa en busca de la calidad y la excelencia que permita mejorar las condiciones del empleo, porque, a su juicio, al mejorar la formación, mejorará el empleo, la competitividad y la productividad de las empresas.