La Policía Nacional se ha incautado de más de 9.000 piezas de alta bisutería falsificadas que fueron halladas en el almacén de una empresa cordobesa y que habían sido importadas de países del sureste asiático, como Tailandia y China. Además, ha detenido a tres personas relacionadas con dicha empresa.

La Policía informó ayer de que los 9.236 artículos de bisutería falsos, que eran diseños idénticos a los originales, todos ellos de marcas de reconocido prestigio y que estaban destinados al mercado de lujo, fueron importados desde países asiáticos y llegaron a España a través de empresas de paquetería exprés y de la división internacional de Correos.

En la operación policial, desarrollada por agentes de la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial y de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Córdoba, los agentes registraron la sede de una empresa en Córdoba en cuyo almacén se hallaron las falsificaciones. Asimismo, detuvieron a tres personas: el administrador único, una directiva de dicha mercantil y un empresario autónomo del sector. A todos ellos se les imputa un delito contra la propiedad industrial.

En octubre del año pasado, la Policía Nacional también desarticuló un grupo organizado dedicado a la importación, producción y distribución de joyas falsas de prestigiosas marcas en todo en territorio nacional, que estaba encabezado por tres cordobeses. En la operación, efectuada en varias provincias, se detuvo a 22 personas y se intervinieron 16.767 piezas que podrían superar los 3.000.000 de euros en el mercado. Las falsificaciones eran en su mayoría importadas desde Asia.

Hace unos días, con motivo de la celebración de Joyacor, la Federación de Asociaciones de Joyeros de Andalucía celebró una asamblea en Córdoba en la que, entre otros acuerdos, se propuso dirigirse a las instituciones para defender los intereses de los comercios "ante la competencia desleal que supone la invasión de los productos asiáticos" que entran en España, según señalaron, sin ningún tipo de control aduanero ni de consumo.

Según explicó ayer el presidente de los joyeros cordobeses, Manuel Berral, el caso conocido ayer "parece distinto porque sería una falsificación de patentes", y aunque recordó que la bisutería "puede entrar libremente", a veces "se mete bisutería y es plata, y luego la comercializan". "Hay todo tipo de trampas para defraudar y la falsificación de marcas está a la orden del día", señaló Berral, quien añadió que estos casos "hacen daño" a los profesionales.