El empresario cordobés Rafael Gómez ha asegurado que su imputación en el caso Malaya y la crisis actual han causado la pérdida de unos 9.000 puestos de trabajo en el grupo de empresas que preside, entre las que se encuentra la constructora Arenal 2000.

Gómez ha participado en el acto de inauguración del XXV Salón Monográfico de la Joyería Cordobesa, Joyacor 2009, ya que ha recibido de manos del alcalde de la ciudad, Andrés Ocaña, una placa de reconocimiento por la presencia de su empresa joyera durante todas las ediciones del evento.

En declaraciones a los periodistas tras dicho acto, Gómez ha afirmado que su detención en la segunda fase de la Operación Malaya contra la corrupción urbanística en Marbella en junio de 2006 y la crisis actual han provocado que su grupo de empresas pase de tener "más de 9.000 puestos de trabajo directos e indirectos, a unos 350 actuales".

El empresario ha asegurado que "nunca" le ha preocupado estar imputado en el caso Malaya porque tiene "la conciencia tranquila" aunque "me ha hecho mucho daño personal, familiar y, sobre todo a mi empresa" que, en el momento de la detención, "debía 3.200 millones de euros" a bancos y proveedores.

Por ello, ha dicho que tras su detención "pude tirar la toalla pero no lo hice porque cuando pedía préstamos o compraba algo, les decía a los prestamistas y vendedores que tenía bienes y dineros suficientes para pagarles".

Gómez ha detallado que actualmente ha abonado ya más de 3.000 millones de esa deuda "y lo que me queda por pagar me está costando la misma vida ya que ahora no se hacen negocios y transacciones comerciales" por lo que considera que su grupo de empresas está padeciendo un problema "gravísimo".

El empresario cordobés se ha calificado como una persona "normal" y "las personas normales a todo le vemos la salida ya que tenemos que tener fe en nosotros mismos, ser coherentes y sobre todo saber a dónde queremos ir en cada momento".

Por ello, ha dicho que está "entero, con ganas de luchar y sé que venceré" a todas las adversidades.

Sobre la multa de 24,6 millones a Arenal 2000 por la construcción sin licencia de las naves de Colecor, ha apuntado que fue un negocio que iba a crear más de 500 puestos de trabajo directos e indirectos "pero desgraciadamente no se pudo llevar a cabo y estamos intentando solucionarlo de forma que algún día pueda abrir sus puertas".

Ha finalizado mostrando su deseo de que se resuelva "con normalidad" el caso de las "dichosas" naves, para lo que "pondremos todo de nuestra parte".