La taberna Sociedad de Plateros de la calle María Auxiliadora se convirtió ayer nuevamente --tiene una larga experiencia en estos temas-- en un improvisado plató para un canal de televisión nacional japonés, MBS, que rodaba un documental sobre Córdoba destinado al programa Shittoko , que traducido al español significa "es bueno saberlo". Y allí vieron lo que para Manuel Bordallo, responsable de la taberna y casi director del rodaje, es bueno saber de esta ciudad. Como no podía ser de otra manera, los profesionales de la cadena japonesa empezaron degustando placeres culinarios. A saber: salmorejo, queso y jamón del Valle de los Pedroches, revuelto de bacalao, rabo de toro y, de postre, pastel cordobés. Mientras los japoneses llenaban su estómago hasta límites insospechados, los parroquianos de la taberna se preparaban para el "luces, cámara, acción".

A eso de las dos de la tarde comenzaron a sonar las guitarras que habitualmente lo hacen por la noche y que cambiaron ayer su horario en honor a la televisión japonesa. Al frente del grupo estaba David Navarro, un guitarrista cordobés recién llegado de tocar en Suiza que habitualmente da clases en una de las habitaciones que Bordallo le cede, de lo que también disfrutan los componentes del grupo Sierra y Campiña, que entonaban sus temas ante la sonrisa de Tanaka, Keisuke Fujiwara y Mtsuoka Naoko, coordinador, redactor y cámara del programa, respectivamente, que ya habían visitado la Mezquita, la Judería y algunos patios, bajo las indicaciones del responsable de este "foco de cultura, además de taberna", que concentró ayer en su establecimiento todo un mundo de tradiciones en el que no podían faltar las buganvillas de la fachada y, cómo no, la capa y el sombrero cordobés. Y no pudo encontrar Bordallo mejores figurantes.

José Jiménez, más conocido como Pepe el Elegante, y Manuel Roldán, ambos de 77 años --muy bien llevados gracias "al vino y al jamón", según señalaron estos componentes de la Tertulia de la Capa y el Sombrero--, se convirtieron en las estrellas del rodaje con sus atuendos, que despertaron la admiración de los japoneses, a los que les "llama mucho la atención el sombrero cordobés", según reconoció Tanaka. En la calle, cámara en ristre, el coordinador pedía a José y a Manuel que se quitaran el sobrero y lo mostraran a la cámara de todas las posturas posibles: "Señor Pepe, enseñe sombrero cámara", decía, mientras El Elegante les contaba dónde podía adquirirse tan admirada prenda. "Es de Rusi, la única sombrerería que queda en Córdoba, y te lo hacen a medida y por encargo", comentaban ante la expectante cara de los japoneses sin parar de bromear entre ellos con frases del tipo "chiquillo, te pareces a Lagartijo". Una vez acabada la sesión, Tanaka, el único que hablaba español, les invitó a tomar lo que quisieran en la barra, a lo que los del sombrero respondieron mirando a un camarero: "Niño, ponnos un medio y un plato de jamón, y se lo cargas a Japón".