El tío del hombre que murió apuñalado en Ciudad Jardín en febrero del 2006 señaló ayer como autor material del crimen al gorrilla G.A.V., acusado junto a su cuñado A.T.M. por estos hechos, mientras que la mujer de la víctima también apuntó al mismo procesado como quien asestó la puñalada mortal, aunque en su caso reconoció que no lo vio cometer la agresión. La viuda, además, negó que las disputas entre su marido y G.A.V. se debieran a asuntos de drogas, como sostiene este, e insistió en que se originaron cuando su pareja se negó a pagarle por aparcar junto a la plaza de toros.

En la repetición del juicio ordenada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) tras anular la sentencia y el veredicto del jurado del pasado mes de enero por estar basado este en una "deducción" de un testigo protegido --entonces se le atribuyó a A.T.M. la autoría material--, el tío de la víctima aseguró que vio cómo el gorrilla le asestó el navajazo mortal a su sobrino.

Según su versión, salió de su vivienda a la calle Infanta Doña María --donde se produjeron los hechos-- alertado por las llamadas de socorro que escuchó, momento en el que vio a cuatro hombres, armados todos ellos con navajas y piedras, rodeando el coche de su sobrino. Al distraer la atención de G.A.V. con su irrupción a gritos en la calle, su sobrino aprovechó para salir del coche, momento en el que, según su relato, el gorrilla le dio la puñalada con una navaja de entre 30 o 40 centímetros. Además, añadió que en ningún caso vio que el otro acusado, A.T.M., tuviera un forcejeo con su sobrino, descartando así que fuera este el que propinara el navajazo. "Vámonos, que ya está todo hecho", recordó que dijo G.A.V. en la huida.

La mujer de la víctima declaró que días antes su marido discutió con el gorrilla cuando este le pidió dinero por aparcar y, ante su negativa, le arrojó una botella. El día de los hechos, volvieron a tener un encontronazo en los aparcamientos de la plaza de toros y, más tarde, ya en Infanta Doña María, cuando se encontraban dentro del coche, vio acercarse a los dos acusados junto a otros dos hombres más que empezaron a lanzarles piedras. Mientras, G.A.V. tiraba de la puerta del conductor para abrirla e introducir repetidamente por ella una navaja. "Iban todos armados y si no lo mataba uno, lo hacía otro" porque "era imposible salir de allí", añadió.

La viuda coincidió en que la salida del tío de la víctima a la calle fue aprovechada por su marido para salir del coche, momento en el que situó el navajazo mortal de G.A.V., aunque reconoció que no lo vio. Eso sí, apoyó su teoría en que fue con el único que vio forcejear a su marido y que en ningún momento recuerda que A.T.M. lo hiciera.

La mujer dijo que su marido no llevaba armas y, aunque reconoció que fumaba hachís y tomaba metadona, aseguró que no tenía problemas con las drogas.