El investigador del departamento de Zoología de la Universidad de Córdoba Carlos Fernández Delgado desarrolla un proyecto dedicado a la conservación y gestión de peces continentales andaluces en la cuenca del río Guadalquivir.

Actualmente su equipo trabaja en la zona del Guadalquivir que hay fuera de Andalucía, luego "continuaremos por la cuenca atlántica y la mediterránea". La conclusión de los informes realizados ya es que el estado de conservación de los peces continentales de la margen izquierda del río andaluz es "pobre", por lo que el equipo cordobés propone un incremento del nivel de protección de algunas especies autóctonas.

Así, esta situación se debe a problemas como la destrucción de los ríos, debido a que se construyen obras hidráulicas en ellos; a la contaminación de las aguas, causada porque la gente arroja materia orgánica y sustancias químicas, pese a que existe una directiva que obliga a depurar las aguas, pero que no se cumple, sostiene el investigador. Por ello, en algunas zonas de los ríos no hay peces de ningún tipo, indica el investigador Carlos Fernández.

Otro problema es la fragmentación de los ríos, motivada por la presencia de obstáculos como presas, acequias abandonadas y otros. Así, el Genil y el Guadaira están más destruidos que los ríos de la margen derecha, insiste el profesor cordobés.

De este modo, "los peces no pueden respirar, ya que la materia orgánica secuestra el oxígeno del agua", esto unido a una gran insolación, hace que florezcan las algas "de forma impresionante", así por la mañana hay saturación y por la noche falta oxígeno. Otro problema es el de las especies exóticas como la carpa, la gambucia, el lucio y el alburno, que están desplazando a las autóctonas de la zona.

Según el experto de la UCO, la carpa, que se introdujo para combatir el paludismo, se come las larvas y los huevos de otras especies; la gambucia provoca que las aguas estén más turbias, además se come la vegetación sumergida, "hay menos fotosíntesis"; el lucio acaba con las demás especies; por su parte, el alburno se puede cruzar y producir híbridos e introducir enfermedades.

Respecto a las soluciones, el equipo cordobés propone que con sólo cumplir la legislación vigente se daría un gran paso. También que los agricultores "no destrocen la vegetación de las orillas de los ríos y que no se aren y se cultiven los cursos pequeños de éstos". De igual forma, las tomas de agua ilegales tampoco ayuda a mejorar la situación, puesto que "hay excesiva permisividad" y se toma mucha agua para los regadíos. Por último, la depuración de las aguas tampoco se respeta, y "los ayuntamientos prefieren pagar la multa antes que poner una depuradora". Este proyecto, financiado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir con 500.000 euros, finaliza en el mes de diciembre del año 2009.