La Sección Primera de la Audiencia de Málaga continuó ayer con la vista sobre los recursos presentados por 62 imputados contra el auto de procesamiento dictado en julio de 2007 por el anterior instructor de la operación Malaya, Miguel Angel Torres, contra 86 personas, después de que el actual juez encargado del caso, Oscar Pérez, desestimara los recursos de reforma. El abogado del empresario cordobés Rafael Gómez en esta causa, Antonio Urdiales, presentó también ayer su apelación. El letrado se refirió al informe policial como Oráculo de Delfos y argumentó que su patrocinado es, en todo caso, víctima de una estafa y no beneficiario de un delito. En este sentido, Urdiales no hace sino repetir la teoría mantenida por el propio Rafael Gómez, que se ha calificado como "víctima" de la trama. En noviembre del 2008, después de dos años y medio de silencio público, el empresario convocó una rueda de prensa para afirmar, entre otras cosas: "Yo no tengo vinculación ninguna con Roca, en absoluto, pero desgraciadamente es lo que vende (...). Roca habrá hecho lo que haya hecho, pero Rafael Gómez no ha hecho nada y sin embargo nos vinculan porque vende".

En su apelación, Urdiales criticó el tiempo transcurrido en el proceso judicial: "Hay un barco que va de Port Marbella a Port Audiencia y no puede durar más de cuatro años porque puede haber problemas, pero el barco ha zozobrado", ironizó. Al igual que han hecho otros abogados, criticó el desarrollo de la instrucción, así como la interpretación dada a las iniciales encontradas en los archivos Maras. En declaraciones a la Cadena Ser , Urdiales instó a los periodistas a revisar "el juicio de valor absurdo, arbitrario e irracional" que, en su opinión, ha utilizado el instructor para procesar a su representado.