Muchos de los 85 alumnos del colegio Elena Luque, en la barriada de Santa Cruz, asistieron ayer a clase protegidos con cascos, rodilleras y coderas. Sus padres han querido, de esta forma, atraer la atención de los medios de comunicación sobre los problemas existentes en sus infraestructuras que denuncian desde hace más de un año.

Según explicó la presidenta del AMPA, Maria del Mar González, el mal estado del patio y del cercado del recinto constituyen un peligro para la integridad física de los menores del centro escolar.

En efecto, las placas de hormigón que conforman el patio están agrietadas y dan lugar a desniveles que a menudo provocan caídas. El cercado, una endeble malla metálica, presenta roturas derivadas del vandalismo que dejan libres puntiagudos alambres a baja altura.

Estas deficiencias han sido reiteradamente comunicadas desde el AMPA y la federación de asociaciones de padres de Córdoba (FAPA Agora) tanto a la delegación de Educación como a la concejalía del ramo en el Ayuntamiento de Córdoba.

Desde el Ayuntamiento se acometieron mejoras en las instalaciones que se entendían dentro de sus competencias, es decir, el mantenimiento, como la sustitución de la puerta de entrada y otros arreglos menores.

Las reformas y nueva edificación corresponde realizarlas a la Junta de Andalucía, que no ha dado respuesta en un sentido u otro a las exigencias reiteradas de los reclamantes.

Sobre la responsabilidad, el presidente de FAPA, Francisco Mora, señaló la postura de la federación en favor de una unificación de competencias que evite que se "acusen la una a la otra mientras los mayores perjudicados son los usuarios".

Tras algunos percances sufridos que, si bien no revistieron especial gravedad, preocuparon a padres y madres, la dirección del colegio optó por prohibir correr en el patio, a lo que Mora aludió diciendo que "como la educación, el juego es un derecho de nuestros niños".