El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, Rafael Blanco, espera llegar "en días sucesivos, y con menos prisas, a un punto de encuentro" en la redacción definitiva del plan especial de la carretera de Palma, que aprobó el lunes el Consejo Rector de Urbanismo con la abstención de su grupo, el PSOE, y del PP. Blanco piensa que este consenso en un tema de tal "trascendencia" no solo debe producirse a nivel político, sino técnico tras los contactos entre Urbanismo y Junta, "que nos tienen que dar garantías de que el plan cumple los requisitos legales".

Uno de los aspectos que deben concretar es la superficie de naves que tendrá que demoler Gómez, fijada en el 25% (10.000 metros cuadrados). Blanco recordó que la "realidad actual no tiene que ver con el uso industrial histórico que tenía Colecor", menor al que ocupan ahora las naves de Gómez. En este sentido, indicó que "no todo vale, debe haber un gesto de cumplimiento de la legalidad y no bastan pequeños retoques", ya que se trata de "la infracción urbanística más importante en la historia de Córdoba y una de las multas más graves".

Blanco considera que el plan debe responder a la sentencia del TSJA que tumbó al anterior, al PGOU y, además de ser impulsado por la iniciativa pública, ha de "defender los intereses públicos", por lo que "no debe haber sospecha de que responde a los de un particular". Según Blanco, la posición del PSOE es "clara y coherente" y es la "misma que siempre hemos defendido". Insistió, además, en que su grupo, al igual que dijo el PP, no tuvo tiempo de estudiar el documento y por eso se abstuvo. En este sentido, dijo no entender "las prisas" en un plan que hay que ver "con tranquilidad".