Al terminar el curso lectivo y empezar las tan deseadas vacaciones estivales surgen problemas. Tanto por parte de los padres, que aún no han empezado su tiempo de descanso, como por el aumento del aburrimiento entre los escolares al no ver a sus compañeros. Para ello, la Delegación de Educación ha ofrecido un plan de apertura a aquellos centros que lo hayan solicitado, actuando así, como un apoyo a las familias. Dicho plan, que lleva en marcha desde primeros de julio, consiste en ofrecer un sistema de vigilancia que permita a los centros realizar actividades en el aula matinal, así como mantener el comedor abierto en estas fechas y llevar a cabo actividades extraescolares. En la capital cordobesa, siete centros han solicitado este servicio: los colegios Al-Andalus, Ciudad Jardín, Duque de Rivas, Obispo Osio y Pablo García Baena, y los institutos Angel de Saavedra y López Neira. El objetivo de solicitar el servicio de vigilancia varía en función de si se trata de un colegio de educación Infantil y Primaria o un instituto de Educación Secundaria y Bachillerato. La idea del primero es ayudar a las familias a que los padres puedan seguir su jornada laboral con la tranquilidad de tener a sus hijos controlados. En el segundo caso, el propósito es mantener las actividades extraescolares que se han desarrollado durante el curso.

En el colegio Ciudad Jardín, la directora, M José Blanco, y la jefa de estudios, Deolinda Pérez, explican que mientras que el centro es el que ha solicitado el servicio de vigilancia, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) ha contratado, mediante una empresa de trabajo temporal, a monitores para tratar con los niños y realizar juegos y actividades deportivas y lúdicas para que el aburrimiento de estar encerrado en casa se convierta en diversión. Los monitores de este centro, Laura Casado y Pablo Chamorro, se encargan de cuidar y entretener a los alumnos mediante juegos deportivos en los que tengan que poner en práctica las lecciones de las asignaturas aprendidas durante el curso. La monitora Laura Casado explica que "los padres eligen a los monitores. A mí, me han escogido porque durante el curso estoy con ellos y ya los conozco". La directora de Ciudad Jardín afirma que hay bastante demanda de esta alternativa, pero especifica que "son los más pequeños los que permanecen en el centro durante este mes, ya que conforme se van haciendo mayores los padres se atreven más a dejarlos solos en casa, aunque hay de todas las edades". El coste del servicio que ofrece el colegio varía en función de la estancia de los menores (una semana, varias o el mes de julio completo) y si los niños están asociados al AMPA.

En cambio, el objetivo de mantener abierto el IES Angel de Saavedra es seguir desarrollando las actividades extraescolares deportivas: fútbol sala, baloncesto, voleivol y tenis de mesa que se realizan durante el curso, en verano. Además, dan clases de repaso para aquellos alumnos con asignaturas pendientes para septiembre, reuniones de organizaciones del barrio y centro cívico, y para los tribunales de oposición. Los monitores que se encuentran en el centro durante el mes de julio pertenecen a la empresa Pasatol. Esteban Pérez, vicedirector del instituto Angel de Saavedra y coordinador deportivo en la escuela, dice que "la idea de solicitar este plan de apertura es que el centro esté permanentemente abierto, a disposición de los interesados".