La circulación de la Ribera sufrirá hoy nuevos cambios. Desde esta mañana queda totalmente anulado el tráfico en la plaza del Triunfo, con lo que los vehículos procedentes de Doctor Fleming y Amador de los Ríos ya no podrán bajar por ahí para dirigirse a Ronda de Isasa como hasta ahora. De esta forma, queda cortada al tráfico de forma total la Puerta del Puente entre las calles Santa Teresa de Jornet y Caño Quebrado, que es donde se desarrollarán las obras que acomete la Delegación provincial de Obras Públicas de la Junta para introducir un colector y reurbanizar la zona.

La reestructuración del tráfico lleva aparejado otro cambio más. A partir de hoy se podrá transitar de nuevo por la calle Santa Teresa de Jornet, que está cortada desde el 2 de diciembre pasado, cuando empezaron las obras que han mejorado su pavimento y que se encuadran en la misma actuación. Pero, además, habrá otra novedad más. La reapertura de esta calle permitirá recuperar el tránsito de la avenida del Alcázar en sus dos sentidos. El 24 de febrero, el área de Seguridad y Movilidad dejó solo un carril de circulación, el que va en dirección al puente de San Rafael y anuló la entrada a la Ribera desde esta infraestructura, por lo que no se podía ir hacia Ronda de Isasa. Después, el 2 de junio, la avenida del Alcázar quedó totalmente intransitable coincidiendo con el corte definitivo de la Ribera.

Según las estimaciones del delegado de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento, José Joaquín Cuadra, el corte de tráfico en el entorno de la Puerta del Puente se prolongará hasta septiembre del 2010. Sin embargo, esto dependerá de la evolución de las obras, por lo que la restricción podría alargarse.

Tras los trabajos a los que ha estado sometida la calle Santa Teresa de Jornet, esta luce plataforma única para combinar tráfico rodado y peatonal. El adoquín recién colocado es el procedente de la calzada que tenía el Puente Romano antes de su restauración. La zona peatonal lleva un material transpirable que se adapta a los cambios del clima. Entre las novedades de su reforma está que se ha recuperado una parte de la muralla romana, cuyo arranque queda al descubierto, y se ha suprimido la zona ajardinada para eliminar los puntos de humedad que podían dañar los restos del pasado. Esta calle no se ha podido reabrir al tráfico hasta que no se ha eliminado el desnivel existente entre la misma y la Ribera. Además, tenía que transcurrir un tiempo para que el pavimento recién colocado pudiera soportar el paso de vehículos.