Cada día los políticos piensan más en las fotos, las televisiones y las radios y menos en el mensaje lógico y de contenido para la prensa escrita. Aman el periodismo de canutazo. Eso es todo. Aunque para ello sacrifiquen lo fundamental y den los mensajes antes de saberse los resultados. Dicen dos frases, no reparten papeles, que se consiguen a duras penas, marginan el significado de la noticia en beneficio de la imagen. Eso sí, están rodeados de jefes de prensa.