El edificio del Teatro Góngora abrió ayer sus puertas para dejar paso a los trabajadores de la empresa que se encargará de rehabilitarlo y devolverlo a Córdoba como nuevo equipamiento cultural en otoño del año que viene. Esa es la intención del Ayuntamiento, que ayer firmó con la empresa adjudicataria de las obras, Ferrovial, el acta de replanteo, o lo que es lo mismo, el contrato que da vía libre al comienzo de los trabajos, que ayer mismo se dieron por iniciados. Tras su transformación, que deberá respetar la singularidad del edificio, se convertirá en un espacio escénico que podrá ofrecer dos espectáculos a la vez, uno en el escenario de su planta baja y otro en la terraza que en el pasado fue cine de verano. El primero estará más enfocado a obras clásicas y el segundo a espectáculos de vanguardia. Entre uno y otro sumarán un aforo de mil plazas aproximadamente, 700 abajo y 350 como máximo en la parte de arriba.

Año y medio es el plazo de ejecución previsto para una intervención presupuestada en 3,8 millones de euros, que sufragará El Corte Inglés como consecuencia del convenio urbanístico firmado en julio del 2005 con el Ayuntamiento a cambio de la innovación que hacía falta en el PGOU para la ampliación del establecimiento comercial de Jesús y María. Esto hace que su coste sea "cero para la ciudad", cosa que subrayaron tanto el alcalde, Andrés Ocaña, como el presidente de la Gerencia de Urbanismo, Francisco Tejada. Antes de este convenio, en el 2004, el Ayuntamiento tuvo que expropiar el edificio por 2,9 millones de euros. A eso llegó tras largos años de negociaciones con sus propietarios, a los que no les dio dinero pero sí terrenos en el Tablero Bajo.

Ahora lo primero será el saneamiento de las cubiertas y la protección del edificio ante la entrada de agua, según adelantó el arquitecto responsable del proyecto, Rafael de la Hoz, ya que "el inmueble está muy deteriorado al llevar tantos años cerrado, y ha sufrido filtraciones de agua por la lluvia al tener las cubiertas tan antiguas". Después, se reforzará su estructura y se recuperarán sus acabados originales "para recobrar el teatro como era hace setenta años cuando se inauguró", agregó De la Hoz.

El pasillo de emergencia ubicado entre el Teatro Góngora y el edificio colindante se adecuará para configurar un nuevo acceso lateral que conducirá a la planta alta a través de unas escaleras mecánicas, entrada que se sumará a la principal del inmueble. De todas formas, se aprovecharán los huecos de los dos amplios ascensores que tenía el edificio y que fueron los primeros en instalarse en Córdoba.

El Teatro Góngora será "el segundo equipamiento escénico" de la ciudad tras el Gran Teatro, al que descargará, cuestión que también resaltaron el alcalde y el delegado de Cultura del Ayuntamiento, Rafael Blanco. De esa forma, "la programación será más diversa y especializada", tal y como subrayó Ocaña, que destacó "su polivalencia para todo tipo de actividades escénicas". A su juicio, este proyecto será una importante baza para la Capitalidad Cultural del 2016. Además, el inmueble estará dotado "de equipos de última generación", según aseguró Blanco.