En torno al 1,2% de la población española es susceptible de sufrir un trastorno de personalidad límite (border line ), según planteó ayer el profesor de Psiquiatría de la Universidad de Cornell, John Clarkin, en el transcurso del séptimo simposio sobre abordajes psicoterapéuticos de los trastornos de la personalidad, organizado en Córdoba por la Fundación Castilla del Pino. Dicho trastorno, según los expertos, se da con más frecuencia entre las mujeres e implica conductas autodestructivas que pueden llevar al enfermo a la autolesión o al suicidio.

Los afectados por el trastorno de personalidad límite tienen dificultades para controlar su comportamiento impulsivo y a la hora de regular las emociones, de manera que cuando llegan a la llamada "tormenta afectiva", les resulta muy complicado recuperar la normalidad emocional sin antes "armar el gran lío, lo que les lleva a protagonizar actos impulsivos, autolesiones o a consumir sustancias tóxicas", indicó Clarkin, al que acompañó ante los medios de comunicación el cordobés Manuel Trujillo, vicepresidente de la Fundación Castilla del Pino y catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Nueva York.

Por su parte, el jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alberto Fernández, que ha participado en el simposium con una ponencia sobre los aspectos comunes de las distintas psicoterapias, indicó que todas las orientaciones psicoterapéuticas, desde las conductistas a las cognitivas o psicoanalíticas, "basan su eficacia en los elementos comunes" y explicó que, partiendo de esta base, el objetivo hoy en día es buscar una terapia lo más individualizada posible para cada paciente según su patología.