El Ayuntamiento cuenta con acometer la remodelación de la calle Cruz Conde, con objeto de restringirla al tráfico, una vez que finalice la Semana Santa. Así lo manifestó ayer el concejal de Seguridad y Movilidad, José Joaquín Cuadra, quien sin embargo matizó que aún queda para que la céntrica vía sea conquistada por los peatones.

Además, la remodelación de Cruz Conde, que se hará a cuenta de los fondos anticrisis y que coordina la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), no se hará efectiva hasta que se ejecuten los cambios en la calle Alfonso XIII. El cambio integral de la calle del Círculo de la Amistad incluye medidas como ampliar las aceras, plantar árboles y soterrar los contenedores y persigue restringir el paso de tráfico rodado hacia Las Tendillas. La reforma afectará además a los colectores de Emacsa, por lo que se prevé que dure un año.

Tener cortada al tráfico una calle durante tanto tiempo obliga al área de Tráfico del Ayuntamiento cordobés a imaginar una solución práctica para la circulación. "Estamos barajando varias soluciones pero aún no nos hemos decidido", indicó ayer José Joaquín Cuadra, quien reconoció la dificultad de acometer esos cambios. Además, cualquiera de los supuestos afecta al sentido de la circulación de varias calles y deberá dar respuesta también al transporte público que discurre por este eje. Nada fácil, en suma.

El responsable de Movilidad y Seguridad eludió dar fechas, toda vez que es fácil incumplir plazos cuando hay pendientes aún muchas obras y muchas reuniones con vecinos y afectados de la zona.

El Ayuntamiento quiere instalar una pilona para limitar el tráfico a la altura del Círculo de la Amistad, de manera que los vehículos que suban por Alfonso XIII se verán obligados a girar por la calle García Lovera. Ese bolardo se completará con el que se pondrá en la calle Cruz Conde.