La secretaria del Fórum de Política Feminista de Córdoba, Celia Arroyo, denunció ayer que "el 98% de las interrupciones voluntarias del embarazo se producen en la sanidad privada", por lo que "la legislación actual ha demostrado ser insuficiente" y el aborto no debe estar tipificado como delito, "siempre que no se realice contra la voluntad de la mujer o por imprudencia". La ley "existe porque existe el aborto y no al contrario, y todo aborto es un trauma", afirmó Arroyo, quien, junto a la presidenta del colectivo Marianne, Carmen Blanco, y de la representante de Ciudad Tándem, Rosa Colmenarejo, presentó el manifiesto Nuestros cuerpos. Nuestras vidas , redactado de forma conjunta ante la reforma de la ley orgánica de 1985, que recogía la despenalización del aborto en determinados supuestos. Este acto pretende ser el primero de muchos otros que lleven a cabo los colectivos feministas, ya que "consideramos que las mujeres tienen el derecho a decidir sobre su maternidad, sus cuerpos y sus vidas". Respecto a la polémica de portar lazos blancos en Semana Santa, Blanco defendió "la necesidad de construir un estado laico en el que no se confunda el ámbito religioso con el público".