Mientras que Hivernia va negociando la venta de las naves a construir, el Ayuntamiento hace lo propio con un lote de parcelas que le ha correspondido en virtud del 10% de aprovechamiento urbanístico que fija la ley. Eso sí, el procedimiento municipal para vender sus naves debe seguir una normativa que, en estos tiempos de crisis, no está poniendo fácil la operación. Así, de un paquete de 14 naves que se subastaron hace un año solo un particular se interesó por dos de ellas. El resto de las 12 naves volverá a salir a subasta 30 días después de que el BOP publique la nueva convocatoria pública de la Gerencia de Urbanismo.

La reurbanización de la Azucarera para destinarla a viviendas, parques y pequeñas industrias y comercios comenzó a fraguarse con el PGOU del 2002, pero fue en el año 2005 cuando se conoció la noticia de la compra de estos terrenos por Hivernia. Los vecinos saludaron la iniciativa y comenzó la tramitación del Plan Especial de Reforma Interior (PERI V-1), que se aprobó definitivamente en la Gerencia de Urbanismo el 31 de julio del 2007. Por aquella época se concedieron las primeras licencias para demoliciones, aunque ha sido hace unos días cuando, salvados todos los demás trámites, llegó la licencia de obras.