La cosa está que arde. El anuncio de que aún deberán pasar años para que el nuevo hospital infantil esté en funcionamiento ha puesto a los padres de niños hospitalizados en pie de guerra. Bea, Carmen, José, Mari Angeles, Sole o Milagros son padres de menores enfermos de cáncer que reclaman una actuación urgente que mejore las infraestructuras donde sus hijos llegan a vivir durante meses. "Cuando la unidad de Oncología empezó a funcionar hace 5 años, se dotó con 9 camas y 2 cámaras de aislamiento para 32 pacientes. Ahora hay 372 casos, según datos del propio hospital, y las mismas instalaciones", explican indignados. Esta situación ha obligado a los padres a presenciar "situaciones kafkianas como llegar con tu hijo, que por recomendación médica tiene que estar aislado para evitar contagios por su debilidad inmunológica, y que lo ingresen junto a otros niños infecciosos que tienen desde salmonelosis a tosferina", comenta una de las madres quien asegura que "la solución del hospital ante una reclamación ha sido levantar un tabique y trasladar el problema de Oncología a Lactantes, donde infecciosos y bebés comparten personal médico sin que sus padres lo sepan, es decir, desvisten un santo para vestir a otro". Ante esta situación, todos insisten en que "no pasan más cosas porque Dios no quiere".

El problema de las habitaciones no es solo su escaso número. "Nuestros hijos se ven obligados a pasar largas temporadas en pequeños zulos sin ventanas cuya temperatura regulamos tapando más o menos el aire acondicionado o la calefacción", indican, y "sin posibilidad de disfrutar de actividades lúdicas, ya que en la planta de Oncología no hay un espacio para que ellos jueguen sin riesgo para su salud". Como alternativa, hace cinco meses que los padres optaron porque los niños "salgan al pasillo para jugar con otros niños porque aunque estén enfermos, no pueden estar siempre entre cuatro paredes, necesitan hacer cosas para distraerse". Los propios niños, según sus padres, se quejan "porque no pueden seguir sus estudios los meses que se encuentran hospitalizados al no haber un sitio acondicionado".

Frente a la falta de infraestructura, los padres coinciden en señalar la profesionalidad del personal sanitario. "Las carencias son más llevaderas gracias al esfuerzo extra de enfermeras, médicos y demás personal que atienden de una forma extraordinaria a nuestros hijos", afirman, mientras reclaman "una solución de emergencia a esta situación, que arrastra desde hace mucho tiempo y que se está volviendo insostenible, sobre todo, desde que han anunciado que el nuevo hospital va a tardar más de lo previsto".