Hiperactivo. Así se muestra este madrileño, oriundo de Aguilar, que estudió Derecho en la Complutense e ingresó en la carrera judicial a finales de 1996. Estuvo destinado en Montilla y en Huelva, lleva seis años en el juzgado de menores y es juez decano de Córdoba desde marzo del año pasado. Desde este cargo ha pedido sin ambages mejoras para la justicia, con palabras que incluso se interpretaron como amenazas. Pero nada más lejos de su intención. Incluso a la hora de hablar de la huelga de los jueces adopta una postura mesurada. Como la Asociación Profesional de la Magistratura, de la que es delegado en Córdoba, defiende dar tiempo a la negociación y dejar la huelga para junio. De momento, y no duda en decirlo, le parece "precipitada".