El sueño de María está muy relacionado con su amor por la música y la cultura celta. Por eso, su viaje a Irlanda no sería por mero turismo. "Me encantaría poder tocar el violín con un grupo celta y conocer esos fantásticos paisajes", explica, con la mirada perdida en algún recuerdo imaginado. Pero sus deseos van más allá. "Lo que me ha pasado me ha removido por dentro y ahora me gustaría poder ayudar a alguien de verdad, no sé cómo explicarlo, ojalá algún día pudiera hacer algo por alguna persona que necesite mi apoyo".