El sueño de jueces, secretarios, fiscales y funcionarios es que la Justicia funcione como Hacienda, y que dándole a un botón obtengan la situación en la que se encuentra un expediente, lo que evitaría errores como el de Mariluz. El CGPJ se propone modernizar una Administración anticuada y de momento anuncia más personal. Lo de los ordenadores es más difícil: hay que poner de acuerdo a las comunidades con competencias con el ministerio. Y eso no es cosa de un día ni de dos.