Las denominaciones de origen de Baena y Priego prevén que en la campaña de aceituna que se iniciará el 1 de noviembre se registre un descenso de la producción respecto a la anterior cosecha. A pesar de las lluvias registradas hasta ahora, ambos distintivos de calidad estiman un descenso que se puede situar en el 10%.

El secretario general de la denominación de Baena, José Manuel Bajo, reconoce que la cosecha puede situarse entre 38.000 y 40.000 toneladas de aceite, lo que puede significar una caída que se acerque al 10%. No obstante, espera que la calidad sea muy buena porque, hasta el momento, no se han producido plagas o enfermedades de importancia. El secretario del consejo regulador de Baena advirtió de los bajos precios en los que se encuentra el mercado, que pueden explicarse, según afirmó, por la entrada de aceite de otros países bajo el mecanismo TPA, la gran concentración de la demanda o la desaparición de gran número de operadores.

Por su parte, la secretaria general de Priego, Francisca García, indicó que la producción de aceite en esta denominación se puede situar en unos 18 millones de kilos de aceite. García precisó que la aceituna presenta cierto retraso en su desarrollo respecto a años anteriores, aunque reconoció que la calidad, si no hay plagas o enfermedades, será excelente. El presidente de la denominación de Priego, Francisco Serrano, reconoce también la gran preocupación que existe por los precios. "No se entienden las cotizaciones actuales. Estamos en precios de hace 20 años, mientras que todo está por las nubes. Esta situación no tiene sentido", asegura Serrano.

Si el año pasado la mayor preocupación era la falta de mano de obra, en esta ocasión el temor por los bajos valores del aceite en origen se ha extendido entre los olivareros de toda la provincia. También estarán vigilantes los agricultores ante los riesgos que existen de robos y la presencia de delincuentes que cometen hurtos y destrozos en la maquinaria agrícola y en las naves.