El debate del estado de la ciudad no aportó ayer grandes novedades sobre lo ya conocido, salvo el compromiso explícito de todos los grupos con representación municipal de colaborar desde el punto de vista institucional y político para sacar adelante los grandes proyectos de ciudad. Pocas sorpresas, porque se volvió a hablar de los viejos asuntos que esta ciudad lleva tratando años (Palacio del Sur, ampliación del aeropuerto, recinto ferial, reforma del estadio de El Arcángel, capitalidad cultural...).

Pocas novedades porque lo que se trató en el Pleno que analizó la situación de Córdoba son asuntos ya conocidos, demasiados sobados, aunque con la particularidad de que la alcaldesa, Rosa Aguilar, ya los enfoca como seguros de ejecutar y para los que pide confianza, como son los casos de la construcción del centro de congresos y de la ampliación del aeropuerto, porque también garantiza que ambas actuaciones van a contar con financiación. Novedad también fue el hecho de que Aguilar reconociera implícitamente que el Palacio del Sur se le ha atravesado. "No ha salido como hubiésemos querido, pero hemos puesto rumbo al proyecto", dijo en referencia a la nueva situación por la que atraviesa este proyecto.

El debate político fue intenso en ocasiones, con profundidad en otras y en otras llena de lugares comunes. Abrió el turno de intervenciones la alcaldesa, que, como máxima responsable del Ayuntamiento, estaba obligada a hacer su informe de la gestión realizada, de hacer su diagnóstico de la ciudad que lleva gobernando desde hace nueve años, y que, según dijo, actualmente no está ajena a la crisis económica mundial. Aguilar se detuvo en los asuntos que ahora más interesan por su repercusión en un discurso de corte institucional, aunque donde mejor se mueve es el el cuerpo a cuerpo, oportunidad ésta que tuvo en su primer turno de réplica a la intervención del jefe de la oposición, José Antonio Nieto, que no perdió la oportunidad de recordarle a la regidora municipal que fue él quien gano las últimas elecciones municipales y que el pacto entre IU y PSOE llevó a Aguilar al sillón de la Alcaldía. Nieto no cuestionó la legalidad de ese acuerdo, pero si puso en duda la legitimidad del mismo, ocasión que aprovechó la alcaldesa para poner en solfa el sentido democrático de su oponente, al que le pidió "lealtad" para sacar adelante los proyectos de ciudad.

El portavoz del PSOE, Rafael Blanco, habló de la luces y sombras de la gestión del equipo de gobierno del que él es primer teniente de alcalde. El portavoz de IU, Andrés Ocaña, hizo un recorrido por las actuaciones realizadas desde todas las delegaciones que gestiona el ejecutivo local y definió a Córdoba como una "ciudad consolidada, que avanza y que es un referente del turismo cultural". Fue su visión "objetiva frente a la Córdoba irreal que presenta el PP".

El debate del estado de la ciudad no estuvo exento de reproches entre gobierno y oposición, sobre todo cuando Nieto habló de que este diagnóstico se produce cuando las arcas municipales atraviesan una mala situación (recordó que el presupuesto del 2007 se ha liquidado con 9 millones de déficit) y cuando, según añadió, las relaciones con otras administraciones no son las idóneas y cuando el desempleo está creciendo en la ciudad.

Nieto exigió a la presidenta de la Corporación que pusiera fecha a la resolución de los proyectos del Palacio del Sur, a la ampliación del aeropuerto, a la construcción del recinto ferial, "asuntos pendientes en los que tienen que intervenir otras administraciones", exigió el jefe de la oposición.

Y como si del Ayuntamiento dependiera, Nieto reclamó en el debate del estado de la ciudad soluciones para la finalización de la autovía a Antequera, respuestas para cerrar las rondas y variantes de la ciudad, la ejecución de la segunda y tercera fase de la remodelación del río a su paso por la ciudad. Pero también hizo una serie de propuestas. La primera que hizo estaba dirigida a crear un consorcio formado por los gobiernos central y regional, la Diputación y el Ayuntamiento de Córdoba para cerrar la financiación del centro de congresos y otra dirigida a la alcaldesa para que exija al Gobierno andaluz que vuelva a incluir en los Presupuestos de la Junta del 2009 una partida para el recinto ferial.

El debate, en fin, fue una repetición de lo que unos y otros vienen repitiendo en las últimas fecha, salvo la garantía que hizo Rosa Aguilar acerca de que el Ayuntamiento hará frente a su parte económica para las expropiaciones que facilitarán la reforma del aeropuerto, asunto éste en el que puso especial énfasis en dejar claro.

Salvo algún momento de mayor tensión, el debate transcurrió tranquilo y sin estridencias dignas de mención.