Unos 8.000 alumnos de 3º de Secundaria comenzaron ayer en Córdoba la ´evaluación de diagnóstico´, que finalizará mañana. Las pruebas, que hace la Consejería de Educación por tercer año consecutivo, evalúan el conocimiento matemático, verbal, social y tecnológico de los niños. "Se trata de determinar de forma objetiva el rendimiento académico del centro y las competencias básicas del alumno", explica Carmen Caballero, orientadora de Secundaria. No se examina lo que el alumno "sabe" sino "lo que sabe hacer, cómo lo sabe hacer y en qué nivel de dominio lo sabe hacer".

El objetivo último es diagnosticar los problemas o carencias que se le aprecian al centro a través de las pruebas de los niños para darles una solución. De hecho, los equipos directivos elevan a la inspección un informe con propuestas de mejora para el colegio una vez que analizan los resultados de las pruebas. Algunos profesores han lamentado "la carga de trabajo" que les supone la elaboración del informe y "las escasas soluciones" que finalmente la Administración andaluza ha aportado de momento.

Ayer se realizó la prueba de matemáticas. 90 minutos de examen con 15 minutos de descanso. "Sales con la cabeza como una olla", reconoce Guillermo Moral, uno de los alumnos evaluado. A los niños se les ha pedido, por ejemplo, su recomendación para una familia que quiere comprar un nuevo coche. "Había que elegir entre dos modelos y calcular, entre otras cosas, cuál de los dos salía más rentable", apunta. Supuestos prácticos para épocas de crisis.

Entre las novedades de las pruebas de diagnóstico de este año destaca la prueba de expresión oral, que se va a realizar solo en algunos centros de muestra, y la evaluación sobre Conocimiento del Medio.