El delegado de la sección sindical de UGT de la Delegación de Cultura Miguel Díaz ha anunciado la intención del sindicato de llevar ante el fiscal un informe sobre las contrataciones que se vienen realizando en el conjunto arqueológico de Medina Azahara desde hace años.

La decisión del sindicato se ha precipitado al conocer el cambio del jefe de personal del recinto arqueológico, llegando a cuestionar incluso "cómo se ha realizado el contrato". Según Díaz, el "mal ambiente" reinante entre los trabajadores de Medina Azahara, además de deberse a una sobrecarga de trabajo y a deficiencias denunciadas en la Inspección de Trabajo, se debe a una política de "externalización de servicios" que arrincona a los empleados públicos adscritos al conjunto arqueológico.

Así, el sindicalista denuncia que de los 44 puestos de la plantilla de Medina Azahara solo hay "32 trabajadores reales: 10 técnicos de administración, 10 de mantenimiento y 12 vigilantes". Este personal de la Junta es el mismo que el que ya existía en el 99, mientras que aumentan las necesidades y el trabajo en el conjunto arqueológico, por ejemplo, tras recuperarse la Casa de Ya´far. Según los datos que usa la sección sindical de UGT, las 112 hectáreas de terreno del recinto arqueológico hacen que, por ejemplo, a cada vigilante le correspondiese custodiar cada día casi 93.300 metros cuadrados de terreno e instalaciones, y eso siempre que trabajasen los diez empleados a la vez y durante todos los días del año. "Al parecer, en Medina Azahara, la forma de trabajar también se quiere devolver al tiempo de la fundación de la ciudad, al año 940", ironiza Miguel Díaz.