La imaginería andaluza vive unos años de bonanza gracias a la corriente renovadora imperante en un buen número de cofradías y hermandades. Restauraciones, reestructuración de pasos, nuevas imágenes y tronos, mantienen el nivel de actividad de un gremio que en Priego cuenta con varios y destacados representantes, entre los que se encuentra Miguel Angel Jiménez Ballesteros, cuya primera imagen procesional era bendecida el pasado sábado en Monturque. En concreto, se trata de la efigie de Nuestro Padre Jesús Resucitado, titular de la hermandad del mismo nombre de esta localidad de la campiña cordobesa.

El resultado es una obra elegante y sobria, manteniendo la línea y disposición del anterior titular, de menor tamaño que el natural y en muy mal estado de conservación, lo que provocó que la hermandad se viera ante la urgente necesidad de sustituirlo, encargando al imaginero prieguense este trabajo, en el que se presenta a Cristo resucitado y triunfante.

Una imagen de 1,72 metros de altura, en la que artísticamente destaca el movimiento helicoidal del brazo y pie derecho, el tratamiento del pliegue inguinal y la bella composición de la cabeza, de trazo y dibujo decidido, ligeramente girada hacia la derecha e inclinada hacia arriba, lo que confiere a la efigie una original composición, cercana a la apolínea producción cristífera del neobarroco.