El Ayuntamiento sigue dándole vueltas al futuro de parte de la Ribera, concretamente del tramo que va desde el puente de San Rafael hasta la Cruz del Rastro. Aunque no hay nada definido aún y todo depende del plan especial Alcázar-Caballerizas, que verá la luz este año, la Gerencia de Urbanismo tiene ya algunas ideas para abordar su peatonalización. Una de ellas tiene que ver con el proyecto del futuro tranvía. El presidente de la Gerencia de Urbanismo, Andrés Ocaña, propone la semipeatonalización de todo el tramo preparándolo para la circulación del tranvía, que sería incompatible con el tránsito de autobuses. Sí se permitiría, en cambio, el paso de taxis y residentes. A su juicio, "lo ideal es peatonalizar y mantener la semipeatonalización para el transporte público, ya que el privado puede salir desde la calle San Fernando al puente de Miraflores y a la Ribera (Este)". Ocaña considera que con el tranvía "estaría el transporte público cubierto, y con dos o tres paradas permitiría a los turistas moverse".

Según Ocaña, esa incompatibilidad con el autobús podría extenderse al resto del trazado por el que discurra el tranvía. Hay que recordar que la empresa que estudia la viabilidad del tranvía propuso una línea desde el Brillante al barrio del Guadalquivir, otra de Poniente a Levante, que es la que discurriría en parte por la Ribera, y la que uniría Turruñuelos con Fátima.

CONVENIO El convenio que Ayuntamiento y Junta deben firmar para que la Huerta de Caballerizas sea propiedad municipal contempla un aspecto fundamental para que la peatonalización salga adelante. Dentro de la finca se encuentra la avenida del Alcázar, que formará parte del patrimonio municipal cuando la cesión sea una realidad dentro de unos meses. Esta vía irrumpió en el siglo pasado en los jardines del Alcázar modificando su perímetro original y dejando una muralla aislada junto al río.

El Plan General de Ordenación Urbana prevé incorporar las Caballerizas a los jardines del Alcázar y prolongar estos hasta el río, rehabilitando el lienzo de la muralla y el paseo de la Ribera. Un aspecto fundamental será la recuperación de la rasante histórica de la zona.

El PGOU prevé también habilitar aparcamientos en la superficie de la avenida del Alcázar. Es más, según Ocaña, se llegó a plantear un párking para autobuses turísticos. Sin embargo, esto se ha descartado tras la peatonalización del Puente Romano y por los proyectos pendientes en la zona de Miraflores, por lo que "lo más lógico es que esa función de aparcamiento la cumpla Miraflores y desde allí se acceda peatonalmente a la zona monumental", añadió.

Aún no se sabe cómo se abordará la ampliación de los jardines para que la avenida del Alcázar deje de ser la vía de comunicación Este-Oeste ni el nivel de rasante que hay que modificar. El plan especial fijará los detalles. Andrés Ocaña defiende que el muro que separa los jardines de la carretera desaparezca para darle el sentido de unidad que se pretende. También plantea adaptar la zona a una especie de paseo peatonal o colocar una verja para que se vean mejor los jardines sin que la gente entre en el recinto.

Se da ahora otra circunstancia que repercutirá en mejorar la imagen de la parte de los jardines del Alcázar que se quedó aislada tras la construcción de la carretera. Precisamente el lunes, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunciaba que su departamento rehabilitará la Noria de la Albolafia para recobrar el uso que tenía, pudiendo de nuevo regar los jardines de la avenida del Alcázar.