"No se puede vivir con esta espada de Damocles sobre la cabeza", decía ayer Pedro Ortega, de la Plataforma de Afectados de Fontanar de Quintos, para explicar el malestar que, conforme pasan las semanas, va pesando sobre los residentes que deben dejar sus residencias y, en buena parte, cambiar de vida en solo unos meses. "Con esta incertidumbre no se puede hacer ningún plan", añadía Ortega, que, sin embargo, afirma que la plataforma va a luchar para que esta presión no hipoteque el futuro de los afectados. "Lo que está claro es que, si no me convence la cifra, voy a juicio. Sin duda alguna", puntualizaba ayer Ortega.