Las deseadas obras de arreglo del colegio Mediterráneo, que comenzarán el próximo lunes, están caldeando el ambiente en el centro. Los padres quieren explicaciones de la delegada de Educación e, incluso, le proponen para evitar peligros la instalación de aulas prefabricadas y la ubicación de los alumnos en otros espacios. De hecho, ayer se vivió una jornada tensa entre los padres y el equipo directivo.

La propuesta de que casi 100 niños de Infantil empezaran las vacaciones de Navidad el 14 de diciembre fue rechazada y, ante ello, la dirección acordó que las clases continuarán hasta el día 21. Ahora el centro espera que la empresa encargada de la obra le garantice que la reforma de esta zona esté acabada para el 8 de enero. Asimismo, ha pedido que todas las actuaciones, que se iniciarán en el edificio principal y afectará a Primaria, cuenten con "una seguridad del cien por cien". Tanto es así que se sellarán los pasillos con tabiques y la entrada de material y de herramientas se hará por unas naves del Ayuntamiento. Y aunque los padres temen que el ruido y el polvo afectará a los niños, fuentes del centro explican que se va a intentar "minimizar al máximo estos problemas".