No está Córdoba entre las ciudades más caras, aunque salta a la vista que tampoco hay sueldos para que las tiendas tengan los precios de San Sebastián. Lo que tiene guasa es que el pescado sea más barato en ciudades de interior como Jaén y Córdoba que en las de celebrados puertos de mar como Cádiz, Huelva o Santander. Será que allí hay tradición de pagar calidad, mientras aquí estamos más dispuestos a pagar para estar limpios y guapos que para comer bien.