NOMBRE MARIA DOLORES ALEIXANDRE PARRA.

VOCACION RELIGIOSA DEL SAGRADO CORAZON.

ESTUDIOS LICENCIADA EN FILOLOGIA BIBLICA TRILING E.

DEDICACION PROFESORA DE SAGRADA ESCRITURA EN COMILLAS.

Para participar en el foro Cristianismo y Mundo de Hoy, la teóloga María Dolores Aleixandre, religiosa del Sagrado Corazón y profesora de Sagrada Escritura en la Universidad Pontificia de Comillas, estuvo ayer en Córdoba, hablando sobre mística y compromiso.

--No es muy habitual que haya mujeres teólogas-

--Lo va siendo cada vez más. Yo fui la primera mujer en la Facultad de Comillas, y ya hay bastantes mujeres que estudian y enseñan Teología. Incluso diría que hay una amplia demanda de teólogas que vayan a impartir conferencias o retiros.

--¿Y qué aporta la mujer a la Teología?

--Hasta ahora se nos ha hablado de Dios con un solo altavoz. La presencia de mujeres en este ámbito nos permitirá a todos, hombres y mujeres, escuchar esa voz en estéreo. La experiencia espiritual es mucho más rica cuando en ella se unen las dos voces complementarias del ser humano.

--Su intervención de ayer en el foro Cristianismo y Mundo de hoy versó sobre mística y compromiso. ¿No son dos facetas muy diferentes?

--No, qué va. Son las dos dimensiones de la vida cristiana, el compromiso brota de la misma experiencia de Dios, como se ve en los profetas de Israel, del Antiguo Testamento, y sobre todo con la persona de Jesucristo.

--¿Son los tiempos actuales buenos para la mística?

--Yo creo que sí, que se está revalorizando. Ya ve, el otro día hasta el diario El País hablaba de mística en un texto titulado más o menos "Tómate un café contigo mismo". La mística es atractiva, y tiene también sus nombres y sus figuras en el mundo laico. Lo que pasa es que mucha gente tiene un concepto equivocado de la mística, a la que asocia con fenómenos extraordinarios, cuando en realidad la mística es solo vivir la vida humana desde lo más hondo que tiene, poniendo en ejecución todas sus capacidades y valores.

--¿Cuáles son los grandes místicos de nuestro tiempo?

--Mística fue, con una vida tremendamente activa, la Madre Teresa, con todo su complejo mundo de fe. Y un gran místico, para mí, fue monseñor Romero, el arzobispo de San Salvador asesinado en 1980. Hoy (por ayer) es el aniversario de los mártires de El Salvador, y he recordado especialmente a monseñor Romero, todo un hombre de Dios y a la vez tremendamente sensible a los problemas del mundo.