Manuel Gala Velasco (1933-2007) es considerado por muchos el motor del servicio de Traumatología del Hospital Universitario Reina Sofía. A él se debe la actualización de este departamento allá por 1975, cuando modernizó el entramado hospitalario en un área a la que dedicó toda su vida. Casado con Carmen García Rubio, padre de seis hijos y abuelo de ocho nietos, deja atrás cuatro hermanos: Antonio, Manuel, Santiago y Adoración. Nació en Brazatortas (Ciudad Real), pero pronto se vinculó a Córdoba y siempre llevó a gala ser cordobés. Doctor en Medicina, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica, fue jefe de servicio de Traumatología de Reina Sofía desde la década de los 70. Antes de acceder a este cargo --lo ganó por oposición y en él se mantuvo hasta 2004, año en el que se jubiló--, pasó por los centros de salud de la Electromecánica y Noreña.

En el campo de la ortopedia española fue uno de los grandes innovadores en los 70 y los 80. Fue el primer español en poner una prótesis de rodilla sin cemento, en 1982; y uno de los primeros españoles en utilizar la técnica de los clavos acerrojados o la prótesis de cadera sin cemento. Entre su equipo médico han destacado profesionales de la talla del doctor Casado Salinas, doctor Paz, doctor Toscano, doctor Carlos Jiménez o el doctor Ildefonso González. Desde que Reina Sofía se convirtió en hospital universitario, Manuel Gala impartió clases de ortopedia infantil. En 1978 fue presidente de la Sociedad andaluza de traumatología y ortopedia (SATO), entidad con la que colaboró estrechamente. La SATO, precisamente, impulsó el Premio Manuel Velasco dedicado a la publicación de investigaciones.

Desde 2000, Manuel Gala era vicepresidente de la Fundación Bioética, creada para promocionar la educación sanitaria en todos los ámbitos y la protección de quienes se encuentran disminuidos física o psíquicamente por enfermedad, inmadurez u otra causa. La Fundación Bioética también persigue la protección de la conducta ética a todos los niveles de la estructura sanitaria. En el ámbito más personal, sus íntimos colaboradores le definen como un caballero, que no perdía las formas ni en los momentos más broncos. Destacan de él su amabilidad, afabilidad y educación. Su consulta privada en Reyes Católicos continúa estando igual que el último día que trabajó. El funeral tendrá lugar hoy a las 11, en la Iglesia de San Miguel.