La madre de un alumno de 12 años supuestamente acosado por algunos compañeros del instituto Gran Capitán aseguró ayer a este periódico que el centro ha empezado a tomar medidas para evitar que su hijo sufra más amenazas e insultos. Tanto es así que los presuntos acosadores "le han pedido perdón" al menor y éste lo ha aceptado con la intención de querer ser "amigo de ellos".

Así lo indicó la progenitora, Ana María Latorre, cuyo hijo, estudiante de 1º de ESO --según afirma-- "viene sufriendo acoso escolar desde el segundo día de clase en el instituto". Según comentó, la Inspección de Educación la ha llamado por teléfono interesada por solucionar el problema y asegurándole que se trabajará en el centro por restablecer un buen clima de convivencia. Con lo cual, ello le tranquiliza a Ana María Latorre, pues "ha sido muy duro el mes que he pasado temiendo que al niño le ocurra algo grave", matiza.

Al mismo tiempo, agradece a la dirección del instituto la labor desarrollada en los últimos días para evitar que su hijo "vaya aterrorizado a clase y en vez de pasar el recreo en el patio lo haga en la biblioteca". A su juicio, al pequeño "le encanta estudiar y siempre ha sacado muy buenas notas cuando estaba en el colegio", pero desde que empezó el pasado mes de septiembre el instituto "dice que no quiere ir a clase y ha dejado de sacar sobresalientes" . Ahora, Ana María Latorre se muestra satisfecha por el cambio de actitud de los alumnos, ya que "se ha conseguido gracias al diálogo de los educadores con ellos y sin necesidad de llegar a castigos ni a que yo acuda a los juzgados".

Ana María Latorre espera que también se adopten medidas con los estudiantes de cursos superiores que le hicieron fotografías con el móvil a su hijo en el recreo (para ello, al parecer uno de ellos le agarró del cuello). Además, según le informó una madre, las fotos las habían colgado en internet. El uso del teléfono móvil está prohibido en el centro, con lo cual confía en que se tomen medidas para prevenir estos casos.

Por su parte, la delegada de Educación, Dolores Alonso, apuntó ayer que este caso demuestra que "funcionan los protocolos de los planes de convivencia puestos en marcha por la Administración y con el compromiso de los docentes". Además, así se da ejemplo de que "las conductas pueden mejorar en la educación", aunque advirtió de que "las familias siempre deben estar atentas, escuchar a sus hijos y confiar en los docentes".