Córdoba El turismo se hizo notar en el casco histórico cordobés, donde reservar mesa para almorzar en un restaurante o sentarse en una terraza --en la foto, un establecimiento de la Judería-- para tomar una tapa se convirtió en una tarea difícil. El buen tiempo contribuyó al lleno, que también se notó a la hora de poder aparcar los coches.