La carpa que alberga en el bulevar del Gran Capitán la segunda edición del stock factory de Centro Córdoba abrió ayer sus puertas al público (para las autoridades lo hizo el jueves por la noche), con la intención de batir récords de visitas (la entrada cuesta un euro) y ventas y de clarear al máximo las trastiendas de los comerciantes expositores.

Para ello, los empresarios participantes han echado toda la carne en el asador y ofrecen sus artículos con descuentos que llegan al cincuenta por ciento en bastantes casos. Tan interesantes parecen las ofertas que sus primeros visitantes, los políticos en la noche del jueves, no se resistieron a preguntar e incluso probarse algunos de los artículos. La alcaldesa retuvo un rato considerable la visita para comprobar cómo le quedaba una chaqueta y el teniente de alcalde de Hacienda, Francisco Tejada se interesó por prendas de bebés, que muy pronto tendrá que empezar a adquirir.

Pero ya en la apertura oficial al público, el ritmo de ventas era prácticamente el mismo del año pasado, según explicaban dos de los comerciantes que repiten, Rogelio de los Ríos y Félix Lambert, que recordaron que a medida que entra el fin de semana se va incrementando la actividad. Así que, ayer por la mañana el ritmo de ventas era tranquilo, aunque sin pausa. "Hemos abierto a las nueve y media y a las diez menos veinticinco he vendido el primer par de zapatos", explicaba Lambert a este periódico.

Por su parte, el presidente de Comercio Córdoba, Antonio Pastor, que debuta este año con una apuesta fuerte (ha ocupado dos expositores) se mostraba más prudente y esperanzado en que se cumplan los pronósticos, "porque ha sido mucha la inversión que hemos realizado todos los participantes y mucho trabajo". Y es que este año cada expositor ha tenido que pagar 1.200 euros por módulo, que mide 3 metros de fondo por 5 de frontal. Este precio, muy superior al del año anterior, se ha notado en la presencia del recinto, que además de haber mejorado su fisonomía también cuenta con climatización. Por poner alguna falta, se podría citar la necesidad de algún reclamo publicitario más llamativo para los viandantes, según señaló algún participante.

Por lo demás, como era previsible, las estrellas de las ventas vuelven a ser el textil y el calzado, algo en lo que está ayudando este leve, pero apreciable ya, cambio de tiempo, que está haciendo que la gente empiece a preparar sus armarios con la ropa de invierno, algo que también se puede adquirir en el factory . Sea como fuere y aunque con distinto ritmo según el negocio, los datáfonos no paraban de escupir justificantes de ventas. Seguro que hoy y mañana acabarán echando humo.