Cientos de cordobeses pasaron ayer a lo largo de todo el día por la iglesia de San Jacinto para visitar a la Virgen de los Dolores. La devoción de la ciudad por la denominada Señora de Córdoba se visualizó en las colas, que en los momentos de mayor afluencia, se formaron en la plaza de Capuchinos, a la entrada del templo. A las 00.00 de ayer, San Jacinto abrió sus puertas y se rezó una salve a la Virgen, con la iglesia llena. Por primera vez tras varias décadas, sonaron las campanas --durante unos segundos-- para anunciar la llegada del Viernes de Dolores. Por la mañana, la iglesia abrió a las 7.30, en que se ofició la primera de las varias misas celebradas a lo largo de la jornada. Ya desde primera hora se acercaron numerosos fieles.

Cerca, en el convento de Capuchinos, se celebraba ayer el tradicional besamanos de Nuestra Señora de la Paz. También ayer, por la tarde, la hermandad de San Alvaro celebró su vía crucis.

El obispo, Juan José Asenjo, ofició la misa en honor a Nuestra Señora de los Dolores, a las 11de la mañana, a la que asistieron autoridades locales, entre otros el concejal de Fiestas, Marcelino Ferrero, y el portavoz municipal del PP, José Antonio Nieto, además de los hermanos mayores de las cofradías.

La trascendencia mediática que ha tenido la polémica de las costaleras de la hermandad de los Dolores no tuvo eco en la homilía del obispo. Tampoco era un asunto que ayer estuviese en el ambiente. Asenjo se centró en la figura de la Virgen, para recordar que la raíz de su dolor está "en la realidad estúpida del pecado", y en ese sentido, el obispo señaló desde "los pecados contra la vida no nacida o la vida en su ocaso", a "las blasfemias proferidas de palabra o impresas" o "la violencia contra las mujeres".

Ya al final de la misa, el obispo aprovechó para recordar a los fieles lo que ha pedido en su carta pastoral con motivo de la Semana Santa, donde insta a los hermanos mayores a que al comienzo de las procesiones reprueben las "vejaciones" de imágenes religiosas, "que a millones de cristianos nos han causado hondo dolor".

Por su parte, la hermandad de San Alvaro celebró ayer tarde su via crucis por las inmediaciones del santuario de Scala Coeli.