Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de familias o personas desfavorecidas, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración, María Santísima de los Dolores, Santa María Magdalena y San Juan Evangelista inició en el año 1989 una obra social que le ha acercado a muchas familias palmeñas y a conocer la realidad de la población inmigrante. El hermano mayor, Marcos Aguilar Franco, matiza que "no existe ámbito social en nuestra labor porque no se excluye a nadie". Aguilar defiende que "la obra social nos ha fortalecido como hermandad, confíamos en nuestro trabajo, creemos en lo que hacemos".

La obra social de esta hermandad presta ayudas sociales individualizadas, atiende planes de emergencia en conflictos, desastres naturales o problemas en zonas desfavorecidas; colabora con diferentes oenegés, asociaciones locales de carácter social y con las parroquias.

Desde el año 1991 se convierten en Reyes Magos para que la ilusión del 6 de enero llegue a todos los niños y, con recursos propios y colaboraciones, han llevado juguetes a unos 800 pequeños de la ciudad. Pero, sin duda alguna, esta hermandad es reconocida por el Ropero de San Francisco. Una iniciativa creada en el año 1989 que ha distribuido más de 73.000 prendas. Aguilar indica que en los últimos años la ropa está acaparada por la población inmigrante que vive en esta localidad.