Los delitos relacionados con la pornografía infantil en las nuevas tecnologías han causado 700 detenciones en los últimos tres años, según destacó el ex Comisario Jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la Comisaría General de Policía Judicial, Francisco Migueláñez. En este sentido, el policía difundió las tareas de estos agentes especializados ante los asistentes a las I Conferencias sobre Delincuencia y Seguridad Informática, que finalizan hoy en el Campus universitario de Rabanales.

En España trabajan unos 250 policías para prevenir o perseguir los delitos informáticos y su principal actividad es la investigación. De este modo, Francisco Migueláñez señaló que internet se concibe como una infraestructura de comunicaciones, y los ataques o las agresiones que se producen a través de la red afectan a la integridad (usurpaciones, espionaje industrial), a la intimidad de las personas, al patrimonio, al uso de las telecomunicaciones o la propiedad intelectual, principalmente.

No obstante, el ex jefe de la BIT aseveró que el medio tecnológico provoca en ocasiones un distanciamiento o una trivialización de los delitos, y entre las dificultades del trabajo policial se encuentran el propio entorno tecnológico, el anonimato, la dimensión territorial, la facilidad de acceso y las lagunas legales. A pesar de esto, Migueláñez subrayó como el mayor obstáculo para un policía el saber "a qué juez me dirijo para que me permita obtener pruebas", además de las diferentes jurisdicciones en las que pueden enmarcar el delito por la procedencia de las víctimas o del acusado.

Los delitos tecnológicos más denunciados, enumerados por Francisco Migueláñez, son los cargos por compras en la red con tarjetas de crédito o débito, las estafas, y muy por debajo la pornografía infantil, los abusos sexuales o las amenazas, entre otros. Sin embargo, las nuevas agresiones identificadas se centran en los abusos sexuales en tiempo real, el empleo de las nuevas tecnologías en la distribución, la producción o el consumo de los contenidos ilícitos o las redes sociales que distribuyen informaciones.