La epilepsia es una enfermedad crónica, que requiere en la mayoría, por no decir el 100% de los casos, tomar una medicación de por vida, pero no tiene por qué resultar incapacitante ni impedir al que la padece tener una vida normalizada, señala la psicóloga Carmen Ruiz. Entre 5.000 y 7.000 cordobeses sufren algún tipo de epilepsia, una afección crónica de causas diversas, caracterizada por crisis recurrentes debidas a una descarga excesiva de las neuronas cerebrales.

Se calcula que la enfermedad afecta a entre el 0,5% y el 1,5% de la población cordobesa, un número de personas bastante elevado. Sin embargo, a pesar de los avances logrados en el terreno médico para el control de la enfermedad y la reducción de los efectos secundarios de la medicación existente, son muchos los tabúes que pesan hoy en día todavía sobre la epilepsia, miedo que lleva a que muchos enfermos no se atrevan a reconocer que la padecen.

Sede en Córdoba

En Córdoba surgió hace dos años la delegación provincial de la Asociación Andaluza de Epilepsia (Apice), con Miguel Camacho como presidente, colectivo ubicado en su domicilio particular (calle Minerva, 1, 3º C, del barrio de Fidiana, teléfono 957-100004). Miguel Camacho hace un llamamiento a la directora del centro cívico de Fidiana o al responsable municipal que competa para ver si dentro de sus posibilidades podrían ceder a la asociación un pequeño despacho o aula para "los enfermos". "Si no es el Ayuntamiento, nos sentiríamos muy agradecidos de que alguna asociación o particular nos cediese desinteresadamente un local porque la única opción que nos ofreció el Consistorio fue disponer dos horas a la semana un aula del centro cívico de la Fuensanta y ese tiempo es insuficiente. Necesitamos atender a diario a los enfermos y familiares". En este sentido, la psicóloga de la asociación, Carmen Ruiz, destaca que "en ocasiones, el familiar del enfermo sufre más las consecuencias de la enfermedad que él. Por eso, desde la asociación podemos prestar apoyo psicológico a toda la familia y se le puede ayudar a adaptarse al ámbito laboral. También se puede hacer una evaluación cognitiva para ver si el enfermo sufre alguna alteración y evidentemente en dos horas y media a la semana no da tiempo a atender ni a un paciente solo".

Camacho tiene previsto organizar una jornada de convivencia para impulsar la asociación que preside, ya que por el momento, cuenta con pocos miembros si se tiene en cuenta el número de personas con epilepsia que hay. De momento, el 90% de sus integrantes son personas de mediana edad. Además, para informar a la población cordobesa de la existencia de la delegación cordobesa de Apice, el próximo viernes, de 9.00 a 14.00 horas, se va a montar un punto informativo en la puerta de Consultas Externas del hospital Reina Sofía.

Sin miedo

"Queremos que las personas con epilepsia y sus familiares se acerquen por el hospital y que se unan a la asociación, que no sientan vergüenza y que no se escondan por miedo, añade el presidente de Apice en Córdoba. Camacho aprovecha para anunciar que su asociación tiene pendiente que el hospital Reina Sofía le acepte un proyecto para actuar como voluntarios, con el objetivo de asesorar a enfermos y familiares.