El obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, se opuso ayer al uso compartido de la Catedral de Córdoba por católicos y musulmanes y a su conversión en tempo ecuménico, tal y como ha solicitado en este sentido la Junta Islámica en España por carta al Papa Benedicto XVI. Asenjo señala en un comunicado remitido a este periódico que ese uso compartido del templo "no contribuiría a la convivencia pacífica de los diferentes credos", entre católicos y musulmanes.

El obispo señala que "la diócesis de Córdoba quiere seguir manteniendo unas relaciones de respeto y aprecio por los musulmanes que viven entre nosotros", así como que favorece el diálogo interreligioso propiciado por la Santa Sede, desde la identidad neta de cada confesión religiosa. A este respecto, indica que "no ayudaría a dicho diálogo el uso compartido de templos y lugares de culto, que solo generaría confusión en los fieles, dando pie al indeferentismo religioso". Añade que esa pretensión de la Junta Islámica "puede tener sentido circunstancialmente en un aeropuerto o en una villa olímpica, puesto que no se trata propiamente de templos sino de lugares de oración, pero no en el caso de una catedral".

LUGARES PROPORCIONADOS El prelado afirma que el Obispado de Córdoba no se opone a que los musulmanes que viven en la diócesis cordobesa tengan lugares de culto dignos, "como lo desea también para los cristianos que viven en países de mayoría musulmana", pero considera que "estos lugares deben ser proporcionados al número de fieles que practican el Islam, relativamente pequeño en Córdoba, habida cuenta del corto número de inmigrantes que existe en la provincia de Córdoba, tanto en términos absolutos como relativos, como dicen estadísticas fiables".

Asenjo recuerda que el Obispado de Córdoba y el Cabildo "tienen títulos jurídicos fehacientes" para mantener el uso exclusivo de la Catedral por la Iglesia Católica. "Poseen además títulos históricos incontestables", dice el obispo cuando se refiere a que excavaciones arqueológicas han demostrado la existencia en el subsuelo de la actual Catedral de todo un complejo episcopal que puede datarse entre los siglos IV y VI. Allí, continúa, "se encuentran los restos arqueológicos de la basílica visigótica dedicada a San Vicente Mártir". Añade que la catedral fue donada por el rey Fernando III el Santo a la Iglesia, y advierte que "todo el edificio es catedral, pues todo él está consagrado".

RESPETO A LA RAICES El obispo utiliza también como argumento el hecho de que en la "Catedral de Córdoba, como en todas las catedrales, está el Señor en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía". Y añade que "este dato fundamental hace inviable celebrar la oración de otra tradición religiosa en su recinto". Por ello, asegura que "el uso compartido de la Catedral de Córdoba por católicos y musulmanes no contribuiría a la convivencia pacífica de los diferentes credos. Las raíces cristianas de Córdoba y su historia cristiana diecisiete veces centenaria merecen ser respetadas".

A este respecto, afirma que "los católicos cordobeses queremos vivir en paz con los creyentes de otros credos, pero no deseamos estar continuamente sometidos a presiones que no contribuyen a la concordia".

En el comunicado, el obispo Juan José Asenjo señala que estas mismas razones la expondrá y otras varias de carácter pastoral a la Santa Sede si es requerido para ello tras la misiva enviada por la Junta Islámica al Papa Benedicto XVI.