Para la delegada de Educación, Dolores Alonso, el uno por ciento de absentismo es "un número pequeño, pero la gravedad de los casos es seria". Por ello, ayer aseguró que "nunca daremos por perdido a ni un solo niño", aunque advirtió que, en algunas ocasiones, "es muy difícil recuperar" a los escolares, porque se dan casos de ambientes socioeconómicos desfavorables, y en los que la familia no se involucra en la educación de sus hijos. Así, en los Programas de Garantía Social (PGS) participan alumnos de alto riesgo social, donde se encuentran el porcentaje más elevado de casos de absentismo durante la etapa de la enseñanza obligatoria.

A su vez, Alonso subrayó que la mayor parte de los casos se resuelven en las tutorías de los centros educativos, a través de entrevistas con las familias para tratar el problema y, posteriormente, aplicando soluciones pedagógicas. Cuando persisten las faltas a clase se lleva a la comisión provincial de absentismo, que adopta medidas y puede llegar a comunicar el caso al Ministerio Fiscal, aunque esto ocurre en menor medida.