El área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Córdoba pondrá en marcha un proyecto piloto para medir la contaminación ambiental usando abejas como bioindicadores. Un sistema de vigilancia biológica pionero en una ciudad española que hoy mismo será estudiado por la junta de gobierno local.

A través de las abejas, altamente sensibles a la acumulación de agentes contaminantes, los expertos podrán recoger la información necesaria para la elaboración de un mapa medioambiental del término municipal. Los datos se volcarán en un sistema de información geográfica en el que se registrarán zonas con distintos niveles de bioseguridad. En definitiva, el Ayuntamiento dispondrá de una novedosa y eficaz herramienta para mejorar la gestión de la calidad ambiental de la ciudad.

ACCION COMPLEMENTARIA El proyecto, que se pondrá en marcha en el plazo de dos meses, surge como una acción complementaria a las mediciones que realiza la Junta de Andalucía a través de varias estaciones distribuidas por la ciudad, según ha explicado a Diario CORDOBA la teniente de alcalde de Infraestructuras y Medio Ambiente, Rosa Candelario.

En ese sentido, en la propia justificación del proyecto, se indica que "los indicadores físico químicos no permiten evaluar la influencia o repercusión de dichos valores, inertes, sobre la parte viva o biológica del medio ambiente". Y es aquí donde entran en juego los bioindicadores, las abejas, en este caso.

EL IMPACTO DE LOS PESTICIDAS Gracias al uso de las abejas como bioindicadores se podrá conocer, por ejemplo, el impacto de los pesticidas que se utilizan en el entorno de la capital, rodeada de un sistema agrícola intensivo. "Se podrán detectar dónde están los problemas, si los hay, y actuar convenientemente", según palabras de uno de los técnicos del área municipal de Medio Ambiente implicados en la elaboración del proyecto.

Para llevar a cabo el estudio, será necesario distribuir varias estaciones de monitoreo que estarán formadas por dos colmenas cada una elevadas sobre el suelo y con todas las medidas de seguridad necesarias.

El proyecto contará con un presupuesto que no superará los 40.000 euros y se desarrollará a lo largo de un año.

Los primeros seis meses se dedicarán a la cría de las abejas y los seis meses siguientes a la recogida de información y análisis de los datos.