Trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se concentraron ayer a las puertas del centro de salud del Sector Sur para protestar contra la agresión sufrida por una médica en Santa Cruz el jueves de parte de la madre de un enfermo. A la concentración, convocada por el Sindicato Médico de Córdoba (Simec), se sumaron la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT, representantes del Colegio de Médicos, así como el secretario de la Delegación de Salud, Francisco Martí Tuñón, y el director del Distrito Sanitario Córdoba, Luciano Barrios. En nombre de todos los asistentes, el presidente del Simec, Manuel Molina, repudió "las situaciones de violencia que se vienen produciendo en el desarrollo de nuestra labor diaria y mostrar nuestro apoyo a la compañera agredida". Molina hizo un especial llamamiento a los ciudadanos par "erradiquemos este problema entre todos y nos sumemos a las medidas adoptadas por el SAS, que por medio del protocolo de las agresiones nos está facilitando y agilizando la defensa de los trabajadores, y a la junta de fiscales, que solicitará que se tipifique como delito de atentado cualquier tipo de agresión al personal sanitario".

Por su parte, UGT condenó también enérgicamente la agresión a este médica y lamentó que una profesional sufra una agresión física y verbal "en el desempeño de su trabajo, que no olvidemos es estar al servicio de la sociedad". La delegada de Salud, María Isabel Baena, aunque no pudo asistir al acto, informó en una nota de que durante el 2005 se produjeron 63 agresiones en Córdoba, de las que 25 fueron físicas y 38 no físicas, frente a las sólo 28 del 2004.