Con un repaso sentimental a los veinticinco años transcurridos desde la refundación y una evocación de la etapa primitiva de la archicofradía, el ex hermano mayor de la Vera Cruz Francisco Sánchez Calvo--Rubio pregonó en la tarde de ayer, en la parroquia de San José y Espíritu Santo, las bodas de plata de la citada corporación nazarena.

Francisco Sánchez, que fue presentado por el también ex hermano mayor José Carlos Alvarez Caparrós, dividió su intervención en cuatro partes, alternando los recuerdos del último cuarto de siglo con las referencias a la primitiva hermandad y a sus avatares históricos.

Así, al exponer las ilusiones del grupo de jóvenes cofrades que en 1981 decidieron poner en marcha la iniciativa, destacó la importancia de la imagen de Nuestra Señora del Dulce Nombre: "Antes de que Antonio Dubé la hubiera imaginado --explicó-- nosotros ya la soñábamos en aquella algarabía impaciente, en aquellos días en los que nuestro mapa de situación daba al norte, al sur, al este y al oeste con las cuatro paredes de un claustro desde donde soltábamos cada tarde cientos de palomas con deseos imposibles".

En la segunda parte, y siguiendo los estudios de Aranda Doncel, hizo una breve historia de la antigua cofradía de la Vera Cruz, y en la tercera, centrada en la figura del del Nazareno en la iconografía popular, recordó la bendición de la imagen y aunó los datos sobre Jesucristo como personaje histórico con reflexiones sobre los intentos de suprimir la religión como asignatura.

El pregón se cerró recreando el paso de la cofradía por los lugares clave de su estación de penitencia: el Puente Romano, la Catedral y la calle Deanes, alcanzando en esta parte gran intensidad emotiva entre los cofrades asistentes al acto.

Con motivo de este XXV aniversario, el cardenal Carlos Amigo Vallejo, arzobispo de Sevilla, presidirá a partir de las doce del mediodía de hoy un solemne pontifical en la parroquia de San José y Espíritu Santo.