La necesidad de la formación doctrinal de los cofrades y una propuesta concreta para desarrollarla en el seno de las hermandades fueron los ejes principales del encuentro que ayer mantuvo el obispo con hermanos mayores, vicehermanos mayores y consiliarios de cofradías procedentes de toda la diócesis.

En el encuentro, celebrado en la Casa de San Pablo de Cursillos de Cristiandad, estuvieron presentes casi 600 personas, y el propio obispo celebró que hubiera mayor asistencia que en la primera reunión, celebrada hace un año.

Comenzó su intervención Juan José Asenjo recordando su carta pastoral de la Cuaresma de 2005, y pasó a exponer la necesidad de que los cofrades, como laicos comprometidos, tengan la formación doctrinal suficiente para poder afrontar en el seno de la Iglesia y la sociedad de nuestro tiempo temas como el matrimonio, la educación cristiana o las ideas sobre la Iglesia --a las que calificó de "totalmente mentirosas y faltas de documentación histórica"-- que se han divulgado enormemente a través de obras de gran difusión como El código Da Vinci .

Dijo el obispo que "en la labor apostólica la falta de formación no se suple con nada", y recordó que "sería ridículo que nos conformáramos con la catequesis que recibimos de niños". También afirmó que "debemos dedicar a las reuniones de formación tanta importancia al menos como a la preparación de los cultos o de las procesiones".

Para materializar esta propuesta formativa, se ha publicado y se distribuyó a los asistentes el libro La identidad cofrade. Curso básico de formación cofrade , preparado por la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías y que fue presentado por el responsable de dicha delegación, Pedro Soldado Barrios.

El libro, pensado tanto para la lectura personal como para la reflexión en grupo, se compone de siete partes temas que abordan, entre otros, temas como la historia y el patrimonio de las cofradías, la hermandad como comunidad cristiana, el culto a las imágenes titulares, el sentido de la devoción a la Virgen, la eucaristía o la hermandad como parte de la Iglesia. Soldado propuso que se programara en cada cofradía impartir estos asuntos a lo largo del curso.

MODERAR LOS GASTOS Poco antes de cerrar el acto, el obispo hizo un llamamiento a la moderación en los gastos suntuarios, denunciando la emulación como una actitud que hay que evitar y llegando a señalar que "tener el mejor manto bordado no significa necesariamente que se quiere más a la Virgen o que la hermandad es mejor que otra". También insistió en que hay que potenciar la labor asistencial y caritativa de las hermandades ya que esta faceta es también parte imprescindible de su identidad cristiana.