El objetivo marcado en la Cumbre del Milenio de la ONU de reducir el número de personas que pasan hambre en el planeta a la mitad está "lejos de conseguirse", según explicó ayer en Córdoba José Graziano, asesor especial de Presidencia de Seguridad Alimentaria en Brasil. Para Graziano, que participó en el seminario de Seguridad Alimentaria y Lucha Contra el Hambre, organizado por la Diputación y la Universidad de Córdoba, es complicado reducir a la mitad el hambre en el mundo para 2015, tal y como planteó la Cumbre del Milenio, celebrada en septiembre de 2000 y en la que se marcaron los objetivos mundiales para los próximos años.

SIN VOLUNTAD POLITICA El experto dijo que el problema no es la falta de recursos, sino la dificultad para llegar a ellos, una tendencia para cuyo cambio "no existe voluntad política". "Excepto en algunas zonas de Africa, hay recursos para todos e incluso excedentes que permiten que haya población obesa", subrayó.

Para Graziano, los llamados países ricos no hacen suficiente esfuerzo, si bien apuntó que "España es una excepción, ya que forma parte junto a Brasil del grupo de cinco países que están luchando para erradicar el hambre". Asimismo, aseguró que la solución al hambre no radica en "que toda la población se proteja con el paraguas de la seguridad social", sino en "crear la llamada puerta de salida para la pobreza ofreciendo a la población recursos técnicos".

Por su parte, el director de la cátedra sobre Hambre y Pobreza de la Universidad de Córdoba, José Esquinas, explicó en conferencia de prensa que para cumplir el objetivo de reducir el hambre a la mitad sería necesario que cada año salieran de esta situación 22 millones de personas, si bien "la tendencia no es esperanzadora porque tan sólo se consigue con cinco millones" . "Si continuamos con este ritmo, el objetivo no se alcanzará", subrayó el experto, quien añadió que los países ricos "deberían tomar conciencia de que no es sólo un problema del Tercer Mundo", ya que hay que asumir que "en el mundo estamos todos". Para Esquinas, que coordina la primera cátedra en España que versa sobre el hambre y la seguridad alimentaria, es necesario que se sensibilice a la opinión pública para que "el problema del hambre no se vea como algo lejano, sino como algo que provoca efectos como la emigración, la violencia y el terrorismo, que nos afectan a todos".